El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) inició en los años sesenta los primeros estudios sobre el potencial geotérmico de Costa Rica para la generación eléctrica. El 25 de marzo de 1994, entró en operaciones con la primera unidad el proyecto Geotérmico Miravalles con capacidad de generación de 55 Megawatts (MW).